La nueva era, el arte y Banksy (1/4) La civilización de la simultaneidad y el espectáculo.
Cada segundo que
pasa miles de clics se realizan en el mundo. En lo que llevas leyendo esta
simple oración se han hecho miles de clics en la red, abriendo páginas de
Facebook, enlaces en Twitter, videos de YouTube, reproducciones de aquello que
no se puede describir.
Aquello que Mario
Vargas Llosa criticaba en su ensayo “La civilización del espectáculo” en el ya
lejano año de 1998, no ha hecho más que masificarse, gracias al internet.
Estamos en
presencia de una nueva sociedad: se han criado a las ultimas 3 generaciones,
expuestas a miles de estímulos, desde la conocida y hasta parodiada canción de “Baby
Shark”, un bucle con un ritmo acelerado donde se repasan a los miembros de la
familia; hasta miles de animaciones (unas mejores que otras) hechas por
expertos donde los colores vivos bombardean la mente de los infantes.
Los adolescentes
checan de manera insaciable sus redes sociales: en busca de una nueva interacción,
de un nuevo like, de nuevos seguidores. Si te paras en medio de cualquier
universidad, en menos de 2 minutos veras a más de 10 estudiantes caminando con
el celular en la mano, con los audífonos puestos e incluso revisando el nuevo
mensaje de Whatsapp de su nuevo ligue.
Mientras tanto, los
que vieron el cambio de celulares de teclas a pantallas táctiles, solo pueden
observar extrañados como sus hijos o sobrinos ya no juegan con los juguetes y en
cambio piden de manera dictatorial que se les programe Peppa Pig en sus
tabletas táctiles. ¿Y los adultos mayores? Viven confundidos por todo el
cambio, añorando aun la época de los casetes y los VHS, conviviendo con
tecnología que, para ellos parece incomprensible.
En el ensayo ya
antes mencionado, Vargas Llosa denunciaba como el sensacionalismo había
reemplazado en gran parte al periodismo. En esta nueva era, no hay semana que
nos enteremos casi al instante de cuanta polémica de famosos se presente; tal
vez Brad Pitt ha quedado soltero, o tal vez asesinaron a un rapero, en media
hora habrá miles de interacciones sobre el tema y aquel que no fue muy conocido
en vida será puesto en un pedestal en muerte, al menos hasta que otra noticia
llegue, y el pedestal pasara a ser propiedad de otra persona, mientras los que
alguna vez estuvieron en ellos caen en el olvido.
Esta es la cultura
del hoy, la cultura de los clics en noticias sensacionalistas y mensajes
instantáneos. La civilización donde la simultaneidad y el espectáculo son los
nuevos dioses.
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